martes, 6 de octubre de 2009

El secreto de sus ojos.

Juan José Campanella, 2008.

Las grandes palabras, las que escribimos en mayúscula, abruman: Justicia, Verdad, Amor, Soledad... por eso en nuestra vida sólo cogemos pequeños cachitos, las parcelamos para poder pensarlas, y las transformamos en un amor, en una verdad... Pero quizá al mirar atrás las dimensiones cambian y todo toma otro tamaño, ya no podemos empequeñecer las cosas ni cambiarles el apellido. Sólo podemos esconder la cabeza o, como elige el protagonista, enfrentarnos a ellas.

Así lo decide Benjamín Espósito. Después de una vida encerrado entre montañas de papel, sabiendo que la Justicia es una palabra vacía y que el gran Amor de nuestra vida puede pasar de largo, se encuentra vacío. Recién jubilado, se recrea en el pasado, en aquellos momentos decisivos en que algo debió ser diferente. Por eso ahora decide escribir sobre un momento crucial de su vida, sobre un caso que le marcó en el juzgado, sobre todo lo que ha intentado dejar atrás sin conseguirlo.

Con un ritmo pausado, repleta de antihéroes, con actores magníficos, frustrante y tierna, es una película emocionante. Porque muchas cosas se pierden en el camino. Pero otras están ahí, esperando que decidamos recuperarlas.

Y cuánto queremos a ese amigo y a esa mujer, cómo percibimos la paciencia y la certeza de lo irremediable. Anchas espaldas para cargar tanto peso....


Pdta: "Qué culpa tuvo ella si yo no la supe querer"....

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Hace ya tiempo que miria quiso creer. Percibo cambios en el horizonte y hay que afrontarlos. Seguiré hablando sola, pero en voz un poco más alta, por si alguien quiere replicar.

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